martes, enero 12, 2010

AÑO DE NIEVES...



La última vez que nevó en el pueblo no estaba allí, y mi teléfono recibió muchas llamadas, porque desde que compramos la casa soñaba con ver aquel rincón del mundo cubierto por un manto blanco y de todos era conocido este deseo.



Empezó a nevar con fuerza, y como dice el refrán, sarna con gusto no pica, así que, Pedro y yo, mano a mano, nos fuimos de paseo, como quien no quiere la cosa, en pleno temporal. El pueblo estaba desierto y fue fantástico disfrutarlo, tener las calles ahí, puestas sólo para nosotros.
Los tejaditos empezaban a cubrirse de preciosos copos de nieve que aterrizaban suavemente para quedarse, era realmente emocionante, como estar metida en una de las bolas de nieve que colecciono.



Poco a poco todo iba cambiando de color. La nieve me parece mágica porque te lleva al extremo, y los extremos me hacen sentir viva. El frío en este pueblo de Cuenca es seco y duro, corta la piel con la misma facilidad que un cuchillo bien afilado, sin embargo, esa sensación en la que respirar requiere cierto esfuerzo es lo que más me gusta. Sin frío es imposible valorar la lumbre que arde en la estufa. Los contrastes hacen que reacciones, que sepas recibir lo que se te ofrece como un milagro, que sientas intensamente la vida. Para saber apreciar lo que tenemos, es imprescindible echarlo de menos, porque sin frío es imposible recibir calor.



Nevó y vimos nevar desde la ventana como si vierámos la mejor de las películas. Nevó sin parar toda la noche, nevó lo suficiente como para salir a revolcarme en la nieve. Nevó tanto que el pueblo parecía otro, el paisaje era diferente, todo recobraba cierto esplendor, todo parecía resurgir con más fuerza, de un blanco inmaculado, ¡tan bonito!.



Al día siguiente nos fuimos a recorrer los caminos escondidos, nos hundimos hasta las rodillas en la blanca nieve. Hicimos peleas, marcamos nuestras siluetas en el suelo, nos quedamos atontados mirando a nuestro alrededor los cambios dibujados como pinceladas en un cuadro.




Me costó encontrar las coles.



Llegamos hasta nuestro rincón preferido, ese que mimamos y cuidamos siempre que podemos. Caminamos hasta la Varga y me costó reconocer la entrada a la misma. Fue como un sueño estar allí, con el sol asomando tímidamente para hacer un espejo en el agua del río. Olor a tierra mojada, a leña quemada, silencio, árboles a los que abrazar, paz, soledad y serenidad en el campo magnético que pisamos cuando visitamos el bosque. Resumiendo, una placentera sensación de felicidad, de vivir intensamente el momento, el presente, de estar allí, pisando firme el suelo y volar un poco también hasta las nubes, que al final es donde parece que estás cuando todo es blanco inmaculado alrededor.

6 comentarios:

fermin dijo...

¿Que tendrá la nieve? Eso se preguntan mis amigos. La verdad es que a mi pata-chula el frío le va fatal, se me queda elada. Pero si, también me gusta ver nevar.
Por cierto, yo las fotos las hago desde el portal de casa, no como otras, ja,ja.
Saludos.

Lorena dijo...

Fermin: A mi me encanta...hombre, yo digo que en Castellón no puedo hacer las fotos desde la puerta de casa, pero en el pueblo sí, no sólo las hago desde el portal sino que me pringo y salgo en plena tempestad, jajajajajaja, un abrazote!

belén dijo...

HOLA LORENA, ME ENCANTA TU POST DE HOY, NOS MUESTRAS UNAS IMÁGENES PRECIOSAS DE LA NIEVE. EN LA ZONA EN LA QUE VIVO TAMBIÉN ES RARÍSIMO QUE NIEVE; PERO ESTE AÑO DEBE DE SER AÑO DE BIENES PORQUE MI MARIDO SE TUVO QUE QUEDAR 24 HORAS EN EL TRABAJO POR CULPA DEL MANTO BLANCO. SON LOS INCONVENIENTES QUE TIENE. QUE CONSTE QUE NO ME HE ACERCADO A VERLA PORQUE AGARRÉ UN CATARRAZO UN POCO ANTES DE FIN DE AÑO Y TODAVÍA LO VOY ARRASTRANDO, ASÍ QUE DELEITO LA VISTA CON LAS FOTITOS DE LOS AMIGOS. MUCHOS BESOS PARA LOS DOS.

PD: POR CIERTO ME HACE MUCHA ILUSIÓN QUE TENGÁIS PLANEADO HACERNOS UNA VISITA PARA MARZO. OS ESPERAMOS CON LOS BRAZOS ABIERTOS.

Lorena dijo...

Belén: Ya somos dos, las del catarro digo, porque aquí estoy yo con mis tos tonta y que no hay manera de mandarla a paseo.
Me alegro mucho de que te haya gustado el post y bueno, espero que a tu marido le pagaran horas extras.
Visita confirmada, superconfirmada, yupiiiiii!!!!. Ya tengo el día que vamos a Fene. Besotes!!

CUKA dijo...

Una narración preciosa y emocionante! Y las fotos son chulísimas también. Aquí nevó un poco, lo justo para cubrirto todo de blanco, y al día siguiente desapareció... como un sueño. Pero queda el recuerdo y la ilusión del momento.
Besets

Lorena dijo...

Cuka: Es que la nieve es eso, un sueño. Vale que la vida se complica un poco cuando llega, pero es realmente precioso, todo se ve tan blanco y tan limpio...!. Gracias Cuka, un abrazo.